El equipo olímpico español ha desfilado por la pista del Estadio Olímpico de Tokio con más de cien deportistas, siguiendo por primera vez en la historia a dos abanderados.
Saúl Craviotto y Mireia Belmonte, dos atletas que cuentan con cuatro medallas olímpicas en su palmarés particular, han sido los encargados de liderar a una delegación que pese a las circunstancias ha mostrado la pasión y emoción que supone vivir unos Juegos Olímpicos.
La ilusión y las ganas que se reflejaban en la cara de los deportistas españoles al entrar por el Estadio de la capital nipona han sido el vivo reflejo de lo que está por llegar en estos Juegos que, sin duda, serán los más especiales jamás celebrados.
La manera en que se portaría la bandera era la gran incógnita del desfile. Una incógnita que quedó resuelta en el momento en el que Grecia, primer país en desfilar, entró por el Estadio Olímpico con sus dos abanderados sosteniendo la enseña de su nación.
Cuando ya habían desfilado 87 comités olímpicos, llegó el turno de la delegación española. Saúl Craviotto y Mireia Belmonte, seguidos del resto de nuestros deportistas, irrumpieron en el Estadio de Tokio al grito de “Spain” por megafonía. Los atletas catalanes marcaron el ritmo de un Equipo Olímpico Español que desde ya solo piensa en situar a España en lo más alto del panorama internacional.
