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Vie, Abr
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El CV Ciudad de la Cerámica Femenino demuestra su pasión por el vóley en su máxima expresión

Deportes

Nunca un resultado tan ajustado dista tanto de la realidad, el conjunto senior femenino del Club Voleibol Ciudad de la Cerámica se llevó los puntos en cinco sets, dos para ser exactos, y con unos tanteos de 20-25, 30-28, 29-27, 13-25 y 9-15, remontando un parcial de 2-1 frente al Universitario Voleibol Guadalajara en el que fue el último encuentro de este 2020.

Las talaveranas, que tras esta segunda victoria despiden el año en el liderato del Grupo ‘A’ de la Segunda División, supieron en todo momento que los dos sets perdidos fueron causados, solamente, por ‘levantar el pie’ y relajarse al final de esos los mismos y que el partido no se podía escapar, como así fue.

Se pudo ver de nuevo buenas acciones en todas las facetas del juego y como es habitual, un equipo muy unido, con una complicidad absoluta entre las jugadoras de pista como la bancada, formada entre las senior, por dos jugadoras juveniles y dos promesas cadetes.

En esta ocasión el encuentro disputado en tierras alcarreñas era algo más que un simple partido de vóley, pues se trataba de la ‘despedida’, por cuestiones laborables, de Claudia: la capitana, colocadora y cariñosamente también un ‘pequeño demonio’.

“Siempre he definido al voleibol como un deporte muy especial, donde aspectos como el compañerismo, el sentimiento de Equipo,    la dependencia del de al lado, se multiplican como en ningún otro, por todo eso el vóley engancha”, destaca Antonio López, técnico del CV Ciudad de la Cerámica.

“Si, hubo buenas recepciones, defensas imposibles, grandes bloqueos, saques directos, unos ataques inteligentes y otros potentes, pero esta vez hubo algo más, hubo pasión, abrazos y lágrimas por una de las nuestras”, añade.

“Yo, como entrenador, voy a echar de menos tu trabajo, tu energía, tu compromiso, tu ‘mala leche’ en ocasiones, pero sobre todo tu sonrisa y tu felicidad en la pista”. Está crónica especial “va por y para Clau, y como te dije entre lágrimas fundidos en un abrazo: Gracias. Aunque conociendo a esta jugadora, ¿Será capaz de hacer más de 400 kilómetros para venir a jugar?”.